En aquel cuadro de colores oscuros, como si de un escenario funesto se tratase, surgia iluminandose un hombre desnudo, de tez clara, que se retorcia sobre dolor arqueando su cuerpo hacia antes, rigido, tan rigido que parecia un puente sobre el que obtener traspasar al otro aspecto de quien conoce que.
En aquel cuadro de colores oscuros, como si de un escenario funesto se tratase, surgia iluminandose un hombre desnudo, de tez clara, que se retorcia sobre dolor arqueando su cuerpo hacia antes, rigido, tan rigido que parecia un puente sobre el que obtener traspasar al otro aspecto de quien conoce que. Aquella postura, junto con …